Esta es la historia de un Astronauta que un dia fue a la Luna a explorar sus alrededores. Un día se sentó en una de sus orillas, y mirando la Tierra admiró la inmensidad de ese hermosos Planeta Azul. Se acordó de cuando miraba al cielo de niño, esperando volar y tener aventuras.

En su casa nadie lo entendía; todos le decían que debería ser realista, que los niños del Planeta Azul deben ser médicos, dentistas o abogados; ese niño pequeño sabía en su corazón que, por más que todas las profesiones son maravillosas, sólo lo son si es que te gustan y las amas de verdad. A él no le gustaban, le aburrían; él soñaba con vestirse de mashmellow; de tomar clases de natación para aprender aguantar mucho la respiración, ya que siempre pensaba: “Debo aguantar mucho el aire para poder llegar hasta la Luna“.

Fue creciendo, y terminando las etapas escolares; como en su casa decidieron no ayudarle a cumplir su deseo, se fue de casa. Este pequeñito de corazón trabajó mucho y muy duro para llegar a donde está: La Luna. Y hoy que nos mira desde arriba, nos piensa mucho y nos manda miles de buenas energías y deseos para que todos los habitantes del Planeta Azul cumplanos nuestros sueños.