La Sirena Robacorazones (2023)

Las Sirenas, todas ellas existen en los Mares de la Vida; serpentean ondulantes en las aguas de los sentires; y muchas veces se juntan para -entre ellas, armar apuestas y contabilizar el número de corazones que pueden llegar a robar. Cantan y atraen corazones con sus voces y sus miradas; te prometen un amor que no te darán, pero se alimentan del deseo de cada uno de los marineros que pasan cerca a ellas. 

Una vez un Marinero me contó que se topó con una de ellas; esa Sirena sostuvo por años su corazón hasta que –gracias a un tsunami, la barca en donde el marinero viajaba se alejó bastante de ella; allí, lejos y en perspectiva, pudo ver cómo es que no era el único cerca, que habían más corazones cerca. Tanta fue su pena que se tiró al fondo del mar y se dejó absorber.

Fueron unos pececitos los que lo alzaron y llevaron a la orilla. Lo miraron dulcemente y le dijeron que no se sintiera mal; que las Sirenas son así y que es su naturaleza ser narcisas, egocéntricas y egoístas. Limpiaron con sonrisas sus heridas y con sus aletas le secaron las lágrimas; sólo le pidieron un favor: Ser cauto con la Sirena – los peces sabían que el Marinero tendría que seguir navegando, así que le regalaron unos lentes bonitos y le dijeron que esos lentes tenían magia.  Que poco a poco harían que su corazón pudiera diferenciar los afectos, y que llegaría el día en que podría ver a quien le daría su corazón sin miedo, sin egoísmos y que podrían navegar juntos. El Marinero sonrió felíz y se fue agradecido; quiso hacer una nueva canción para que otros marineros puedan estar prevenidos, si se topasen con aquellas Sirenas:

"Existen sirenas
que se alimentan
de las miradas de todos;
y roban corazones,
como si coleccionaran
piedritas del Mar.

Van y vienen sin piedad,
en los corazones de cada marinero;
en un insinuante,
coqueto,
perverso,
pero divertido,
jugueteo".

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